Introducción
En este capítulo David describe al justo y al pecador y reconoce que el justo es bienaventurado porque aprovecha bien su tiempo, se deleita en la Palabra de Dios meditando en ella para dar fruto en su tiempo, pero a los malos les llegará su juicio.
Salmo 1:1. Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; RVR 1960
El bienaventurado es aquel a quien Dios le da la capacidad de ser doblemente felíz, unas versiones bíblicas lo definen como afortunado, dichoso. Esta persona es bendecida porque no escucha el consejo de los malos.
1. ¿A Quién Escuchamos?
La primera persona de la creación que se dejó llevar por el consejo de Satanás: Eva
Génesis 3:1-4 RVR La serpiente era más astuta que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho, y dijo a la mujer: — ¿Conque Dios os ha dicho: “No comáis de ningún árbol del huerto”? 2 La mujer respondió a la serpiente: —Del fruto de los árboles del huerto podemos comer, 3 pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: “No comeréis de él, ni lo tocaréis, para que no muráis.” 4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: —No moriréis.
Eva interactuó con la serpiente que representa a satanás, escuchó su consejo y trajo como consecuencia desdicha y muerte. Nosotros decidimos si escuchamos el consejo de Dios o el consejo de los impíos.
Génesis 2 dice que el hombre fue colocado en el huerto del Edén para que disfrute de las bendiciones de Dios, le dio la responsabilidad de trabajar y cuidar su creación, pero no podía comer del árbol de la ciencia del bien y del mal. Dios le mostró desde el principio a Adán advertencia de muerte si infringía la voluntad de Dios. Génesis 1: 27 dice que fuimos creados a imagen y semejanza de Dios, el hombre fué creado sin pecado por lo tanto podíamos tener una relación personal con Dios, pero cuando Adán y Eva pecaron se corrompió su semejanza.
2. ¿Con Quién Caminamos?
Tomemos como referencia las palabras de Pablo cuando les habló a los corintios cristianos:
2 Corintios 6:14 PDT Ustedes no son iguales a los que no tienen fe en Cristo. Entonces no se junten con ellos. ¿Acaso hay algo en común entre el bien y el mal? O ¿cómo puede la luz estar junto con la oscuridad? 15 ¿Es posible que exista un pacto entre Cristo y Satanás? ¿Qué puede haber en común entre un creyente y alguien que no cree en Cristo?
Recordemos que Jesús escuchaba, caminaba, se sentaba y comía con los pecadores pero lo hizo con el propósito de buscar y salvar a los perdidos. Jesús dijo en Marcos 2:17 “Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores.” El plan de Jesús era que conocieran el amor del Padre, que vieran su luz y pudieran salir de la oscuridad; como cuando habló con la mujer samaritana y la mujer adúltera, la conversación final después de la conversión fue: “¡¡ Vete y no peques más¡¡”
Primero venia la conversación después la convicción y por último el arrepentimiento; ese era el trabajo de Jesús al decir que vino a salvar a los perdidos. ¡Una cosa es andar con los pecadores y otra pecar con los pecadores!
3. ¿Con Quienes te Sientas?
Los escarnecedores son los burladores de la Palabra, no aceptan ni reciben el consejo de Dios, blasfeman, tergiversan las escrituras, se burlan de lo bueno, a lo malo llaman bueno y a lo bueno malo, tienen un espíritu anticristo. El Apóstol Pedro dijo que en los tiempos finales se manifestaran más estos burladores.
2 Pedro 3: 3-4 Sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen, así como desde el principio de la creación.
El plan de Satanás a través de los burladores es negar el juicio de muerte por consecuencias del pecado.
Tenemos dos opciones: ser parte de esos bienaventurados que habla David obedeciendo el consejo de Dios, caminando de la mano de Dios, y sentándose a los pies de Jesús o desobedecer escuchando el consejo de los necios.
Dios te bendiga